Día 1: Domingo de ramos


El domingo de ramos celebra la llegada de Jesús y sus discípulos a Jerusalén para celebrar la Pascua después de un largo viaje. La llegada de Jesús a la ciudad suele llamarse la "entrada triunfal". Y lo fue, las multitudes clamaron: "¡Alabado el Rey que viene en el nombre del Señor!". Y cantaban "¡Hosanna!", mientras arrojaban ramas de palmas y mantos en su camino.


¿Por qué Jesús recibió este tratamiento digno de la realeza?


Los profetas de Israel hablaron de un rey que vendría a la ciudad santa y traería justicia y paz a Israel (Zacarías 9:9). Cuando las multitudes vieron a Jesús sobre el asno, pensaron que Jesús era el Rey prometido por Dios, el tan esperado Mesías enviado para rescatar a Israel y establecer el Reino de Dios en la Tierra.


Pero Jesús no era el rey que ellos estaban esperando. Muchos pensaban que este rey honraría al templo y a sus poderosos líderes, pero Jesús criticó fuertemente el sistema del templo y predijo su colapso. Otros esperaban que Jesús liderara una revuelta militar como ya habían hecho "mesías" anteriores, pero Jesús entró sin ejércitos, ni armas, ni caballos de guerra. Él llegó sobre un Asno lleno de amor paciente, pacífico y generoso. Él sorprendió a las personas aún más cuando dijo que el Reino de Dios no pertenece a la élite y a los poderosos, sino a los pobres y a los marginados. El Reino de Dios es uno donde reina el amor: amor a Dios y a los demás, incluyendo a nuestros enemigos.


En el video de hoy, aprende más sobre el Reino al revés que Jesús vino a establecer. Y descubre por qué Jesús no era lo que el pueblo estaba esperando y por qué los líderes religiosos de la época de Jesús lo veían a él y a su Reino como una amenaza para su poder.


Oración* para el domingo de ramos: Dios omnipotente y eterno, en tu tierno amor hacia el género humano, enviaste a tu Hijo nuestro Salvador Jesucristo para asumir nuestra naturaleza, y padecer muerte en la cruz, mostrándonos ejemplo de su gran humildad: Concédenos, en tu misericordia, que caminemos por el sendero de su padecimiento y participemos también en su resurrección; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.


Día 2: Lunes santo


Aunque los relatos de lo evangelios varían en cuanto a la cronología de los acontecimientos de la Semana Santa, es posible que el lunes Jesús maldijera la higuera y denunciara la corrupción del sistema del templo (ver Mateo 21:17-22; Marcos 11:15-26; Lucas 19:45-48). Ambos momentos son actos-signos simbólicos que declaran el descontento de Dios con los líderes más respetados de Israel. ¡Y la gente se escandalizó por los actos de Jesús!


Imagínate a Jesús en medio de un bullicioso mercado lleno de olor a ganado y humo del altar del templo. Está en el Patio de los Gentiles del templo, que no se supone que sea un mercado. Es el mayor espacio del monte del templo, dedicado a que los no israelitas oren y adoren. Los dirigentes del templo, a los que no les gustaban los no israelitas, estaban encantados de convertir su espacio de oración en un concurrido mercado, así que Jesús organizó una protesta profética.


De pie en el centro del patio, Jesús gritó palabras de Isaías y Jeremías: "Mi casa será llamada casa de oración", pero ustedes la están convirtiendo en una "cueva de ladrones" (ver Isaías 56:7; Mateo 21:13, Jeremías 7:11). Jesús está diciendo que los dirigentes se están valorando a sí mismos y a sus beneficios por encima de sus vecinos no israelitas. Israel ha sido llamado a bendecir a sus vecinos (Génesis 12:1-3), y en el patio, Jesús observa justo lo contrario.


En el video de hoy, sumérgete en la importancia del templo a lo largo de las Escrituras para esclarecer la historia de Jesús.


Oración para el Lunes santo: Dios todopoderoso, cuyo amantísimo Hijo no ascendió al gozo, sino que antes padeció dolor, y no entró en la gloria antes de ser crucificado: Concédenos misericordiosamente que, caminando por el camino de la cruz, no encontremos en él más que el camino de la vida y de la paz; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén

Día 3: Martes santo

Para el martes, la falta de voluntad de Jesús de obedecer a la élite religiosa lo había convertido en un enemigo de los líderes de Israel. Ellos desafían a Jesús con sus suposiciones y tradiciones doctrinales, con la esperanza de demostrar públicamente que Jesús es un fraude: un criminal y un mentiroso que está decidido a desestabilizar su control. Pero Jesús sigue diciendo la verdad, mostrando a los líderes que el error es de ellos. ¡Qué ironía! Están enojados con Dios porque según ellos, Dios no era suficientemente piadoso (ver Mateo 21:23-27; Marcos 11:27-33; Lucas 20:1-8).

Jesús predice que los ejércitos romanos un día rodearán a Jerusalén y destruirán la ciudad y su templo, pero sus discípulos se esfuerzan por comprender esto y le preguntan cuando va a suceder.

En un discurso, llamado a veces el Discurso de los Olivos, Jesús da algunas imágenes vagas de lo que está por venir. Él predice su muerte, pero también asegura a los discípulos que su muerte no será el final. Dice que resucitará y seguirá viviendo después de la muerte, antes de finalmente regresar a establecer plenamente su Reino en la Tierra. Jesús advierte a los discípulos del peligro de confiar en personas que dicen que conocen los signos de los tiempos finales. Esas llamadas "señales" (como desastres naturales, guerras y rumores de conflicto) son partes normales del mundo que se está renovando. En lugar de perder el foco al quedar envuelto en ese temor, Jesús insta a sus seguidores a que se mantengan enfocados en él y sigan su camino amoroso. Sigan viviendo en el Reino de Dios, les dice, y no dejen de difundir las buenas noticias de Jesús a todas las personas.

En el video de hoy, nos sumergiremos más en los temas clave del Discurso de los Olivos al seguirle el rastro al concepto bíblico del Día del Señor, un día en el que Dios ejecutará su juicio contra el mal y permitirá que una nueva creación florezca, en última instancia, gracias a la muerte y resurrección de Jesús.

Oración por el Martes santo: Oh Señor Dios nuestro, cuyo bendito Hijo dio la espalda para ser azotado y no ocultó su rostro ante la vergüenza y los escupitajos: Danos gracia para aceptar con alegría los sufrimientos del tiempo presente, confiados en la gloria que ha de manifestarse; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén

Día 4: Miércoles santo (o "Día del espía")


A menudo pensamos en el Miércoles santo, o "Día del espía" como el día en que Judas Iscariote traicionó a Jesús. Judas ofrece ayuda a los poderosos líderes religiosos para dañar a Jesús a cambio de 30 piezas de plata. Y los líderes aprovechan la oportunidad: Judas será su espía.


Pero, ¿qué motivó a Judas a traicionar a Jesús? ¿Cómo pasó de ser seguidor a traidor? Mateo, Marcos y Lucas citan la codicia como un factor motivador en la decisión de Judas, pero podría haber habido muchas razones. Algunos ven el nombre de Judas, Iscariote, como un juego de palabras en referencia a los Sicarios, o los "hombres dagas", un grupo sectario de zelotes judíos que trabajaban para derrocar violentamente la ocupación romana. ¿Estaba Judas enojado con Jesús por negarse a iniciar una guerra? Quizás. Más tarde en la historia, vemos el remordimiento extremo de Judas, pero los autores dan poca información sobre la motivación o la forma de pensar de Judas durante los acontecimientos de la semana.


Una cosa que los autores dejan claro es que las acciones de Judas fueron incitadas por el oponente de Dios, el Satán (ver Lucas 22:1-6). ¿Qué significa eso? ¿Quién es el Satán y cómo se relacionan los seres espirituales, como el Satán, con los seres humanos en la historia bíblica?


En el video de hoy, aprende más sobre cómo los poderes espirituales oscuros tendrán que ser confrontados y destronados cuando el Reino de Dios alcance su plenitud. Descubre la misión que Jesús consideraba que estaba cumpliendo y cómo describe continuamente que el trato que recibió en la Tierra por parte de los humanos estaba orquestado por fuerzas espirituales oscuras.


Oración por el Miércoles santo: Asístenos misericordiosamente con tu gracia, Señor Dios de nuestra salvación, para que podamos meditar con gozo en aquellos actos poderosos en virtud de los cuales nos has prometido la vida y la inmortalidad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Día 3: Martes santo

Para el martes, la falta de voluntad de Jesús de obedecer a la élite religiosa lo había convertido en un enemigo de los líderes de Israel. Ellos desafían a Jesús con sus suposiciones y tradiciones doctrinales, con la esperanza de demostrar públicamente que Jesús es un fraude: un criminal y un mentiroso que está decidido a desestabilizar su control. Pero Jesús sigue diciendo la verdad, mostrando a los líderes que el error es de ellos. ¡Qué ironía! Están enojados con Dios porque según ellos, Dios no era suficientemente piadoso (ver Mateo 21:23-27; Marcos 11:27-33; Lucas 20:1-8).

Jesús predice que los ejércitos romanos un día rodearán a Jerusalén y destruirán la ciudad y su templo, pero sus discípulos se esfuerzan por comprender esto y le preguntan cuando va a suceder.

En un discurso, llamado a veces el Discurso de los Olivos, Jesús da algunas imágenes vagas de lo que está por venir. Él predice su muerte, pero también asegura a los discípulos que su muerte no será el final. Dice que resucitará y seguirá viviendo después de la muerte, antes de finalmente regresar a establecer plenamente su Reino en la Tierra. Jesús advierte a los discípulos del peligro de confiar en personas que dicen que conocen los signos de los tiempos finales. Esas llamadas "señales" (como desastres naturales, guerras y rumores de conflicto) son partes normales del mundo que se está renovando. En lugar de perder el foco al quedar envuelto en ese temor, Jesús insta a sus seguidores a que se mantengan enfocados en él y sigan su camino amoroso. Sigan viviendo en el Reino de Dios, les dice, y no dejen de difundir las buenas noticias de Jesús a todas las personas.

En el video de hoy, nos sumergiremos más en los temas clave del Discurso de los Olivos al seguirle el rastro al concepto bíblico del Día del Señor, un día en el que Dios ejecutará su juicio contra el mal y permitirá que una nueva creación florezca, en última instancia, gracias a la muerte y resurrección de Jesús.

Oración por el Martes santo: Oh Señor Dios nuestro, cuyo bendito Hijo dio la espalda para ser azotado y no ocultó su rostro ante la vergüenza y los escupitajos: Danos gracia para aceptar con alegría los sufrimientos del tiempo presente, confiados en la gloria que ha de manifestarse; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén

Día 6: Viernes santo


El único día durante la Semana Santa que en inglés es llamado "bueno" ("Good Friday") también es el día más oscuro y doloroso: el Viernes santo. Entonces, ¿qué tiene de bueno este día?


Después de compartir la comida de Pascua con sus amigos, Jesús los lleva a un corto paseo por el valle de Cedrón, a un jardín. Él entra en un tiempo de oración profundo y desconcertante y allí le pide a Dios que lo libre de su destino: Jesús sabe que pronto será asesinado.


En las primeras horas de la noche, Judas utiliza lo que debería ser una expresión de amor: un beso, para traicionar a Jesús. Comunica a los soldados romanos que aquel a quien besa es a quien buscan, y después de hacerlo, Jesús es tomado bajo custodia. Los hombres poderosos utilizan el engaño y la coerción para declarar culpable a Jesús y condenarlo a muerte. Pero Jesús ama a cada uno de ellos, a pesar de que quieren hacerle daño, y en lugar de luchar contra ellos, permanece en silencio cuando es acusado.


Torturan y se burlan de Jesús públicamente mientras la gente le escupe y le golpea sangrientamente. Lo desnudan y lo llevan para ser crucificado. Él soporta golpes, flagelos y humillación desgarradora. Fuera de la ciudad, sus acusadores lo clavan a una cruz donde finalmente muere. Antes de morir, él ora por las personas que lo están matando. "Padre, perdónalos", dice: "porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34). El amor inquebrantable de Dios por cada ser humano, incluyendo a sus enemigos, resplandece en este Viernes santo oscuro y mortal.


En el video de hoy, repasa los acontecimientos de la Semana Santa según el relato del Evangelio de Lucas.


Oración por el Viernes santo: Mira con bondad, te suplicamos, Dios omnipotente, a esta tu familia, por la cual nuestro Señor Jesucristo aceptó ser traicionado y entregado a hombres crueles, sufrir muerte en la cruz; quien vive ahora y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Día 7: Sábado santo


El Sábado santo está marcado por las tinieblas y la espera: esperar en aflicción, con esperanza y con preguntas sin respuesta.


Ahora que Jesús ha sido asesinado, los sumos sacerdotes y fariseos quieren que la tumba de Jesús sea vigilada por al menos tres días. El líder romano, Poncio Pilato, ordena a sus guardias que protejan la tumba de cualquiera que desee entrar. También empujaron una piedra frente a la entrada de la tumba para sellarla, lo que significa que aplastaron un montón de arcilla (o alguna sustancia blanda) en una junta que se rompería si la piedra fuera manipulada. Imprimen un símbolo romano imperial sobre la arcilla, para que cualquiera que quiera destruir el sello se enfrente a las consecuencias del brutal gobierno romano.


Imagínate que eres un seguidor temprano de Jesús. Has estado esperando al mesías prometido toda tu vida. Y has oído la palabra de Jesús, has hablado con él y has visto sus milagros, y has llegado a creer que está lleno del poder interminable e indestructible de Dios, porque ¡él es el Mesías prometido! Pero ahora él está muerto, crucificado, asesinado. Lo escuchaste hablar de morir y resucitar a la vida, pero ¿cómo podría ser posible? ¿Era solo otro mago? ¿Otro sabio errante repleto de falsas promesas? Tu esperanza recién encendida en el Mesías se habría apagado con la ejecución de Jesús.


El Sábado santo nos invita a la experiencia de las tinieblas, a las preguntas y aflicciones que tan a menudo acompañan a esta vida. ¿Dónde está Dios? ¿Por qué experimentamos tanto dolor? Pensamos que Jesús vino a rescatarnos pero, ¿ahora qué?


Hoy nos sentamos en las dolorosas tinieblas del Sábado santo y encontramos el descanso al saber que, en la oscuridad de la vida, Dios está vivo y trabajando. En la profunda tristeza, Dios todavía está ahí. En nuestra espera, Dios no nos ha olvidado. Nos ama y obra a su manera para devolvernos la vida a cada uno de nosotros. La piedra sellada no podrá mantener a Jesús en su lugar. La muerte no es el final.


Oración por el Sábado santo: Oh Dios, Creador de cielo y tierra: Concede que, así como el cuerpo crucificado de tu amado Hijo fue puesto en el sepulcro y descansó en este sábado santo, de la misma manera aguardemos con él la venida del tercer día, y resucitemos con él a la vida nueva; quien vive ahora y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Día 8: Domingo de Pascua


La muerte no es el final de la historia para Jesús de Nazaret. Como el primogénito de la nueva creación (Col. 1:15, 18) y el heredero de todas las cosas (Hebreos 1:2), él está mostrando a la humanidad que la muerte no es el final de nuestra historia. Es una parte brutal y misteriosa de nuestra historia, pero a la luz de Cristo, podemos creer que nuestra vida no termina en la muerte terrenal. El amor de Dios nos transporta y la muerte pierde su aguijón ante la promesa de resurrección de Jesús. ¡Esta es la vida indestructible que celebramos el domingo de Pascua, la vida de Jesús!


Tres días después de la ejecución de Jesús, dos mujeres de entre los discípulos de Jesús descubren que la piedra de la tumba se ha movido: el sello está roto y el cuerpo de Jesús se ha ido. Un hombre angelical dice que Jesús resucitó e insta a las mujeres a que se lo digan a los demás discípulos. Jesús está vivo y dirigiéndose al norte, y planea encontrarse con sus discípulos en Galilea.


Jesús se encuentra con sus seguidores y les muestra sus heridas y les deja que toquen su cuerpo resucitado. De acuerdo con la versión de Lucas de la historia, cuando Jesús ve a los discípulos por primera vez, les pregunta si tienen alguna sobra de comida para compartir. Le dan un poco de pescado y él habla con ellos durante una comida (Lucas 24:41-43). Jesús atravesó la muerte y volvió a la vida como un ser humano vivo, que caminaba y hablaba, hambriento de comer algunas sobras: es el primogénito de la humanidad en la nueva creación. Y él le dice a sus discípulos que les va a dar el mismo poder divino que lo sustenta, para que puedan ir a compartir las buenas noticias de la resurrección y el amor inagotable del Reino de Dios con las personas de todo el mundo.


Jesús envía a los discípulos a todas las familias de la Tierra con esta buena noticia. Todo el mundo puede unirse al Reino de Jesús al apartarse de su temor a la muerte y al dirigirse hacia su amor siguiendo su forma de vida. ¡En el domingo de Pascua, los seguidores de Jesús celebran con alegría! Jesús resucitó y su nueva creación ha comenzado. ¡Felices Pascuas!


En el video de hoy, mira el desarrollo de la historia de la resurrección de Jesús.


Oración por el Domingo de Pascua: Dios omnipotente, que por medio de tu Hijo unigénito Jesucristo has vencido la muerte y nos abriste la puerta de la vida eterna: Concede a los que celebramos con gozo el día de la resurrección del Señor, que seamos resucitados de la muerte del pecado por tu Espíritu vivificador; mediante Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.