La importancia del propósito
Jeremías 29:11 es un versículo favorito de muchas personas. Es un versículo que nos recuerda que las intenciones de Dios hacia nosotros son para bien. Esto debería animarnos en cualquier situación, y solo por esa razón, es una palabra importante que debemos escuchar y conocer.
Como suele ocurrir con las Escrituras, hay otras cosas que podemos aprender de este versículo. Una verdad de este versículo que se pasa por alto es que Dios ciertamente tiene planes. Dios tiene un propósito. No pienses que Dios solo reacciona a las cosas y trata de hacer lo mejor que puede con cualquier cosa que suceda. Dios es intencional. Dios tiene planes específicos y actúa de acuerdo a esos planes. Si Dios no enfrenta la vida al azar, nosotros tampoco deberíamos hacerlo.
Un nuevo año nos ofrece una maravillosa oportunidad para comenzar de nuevo y debemos aprovechar esa oportunidad. Al comenzar este año nuevo, toma un tiempo para reflexionar sobre el año 2020. No dejes que el año pasado sea un desperdicio; en cambio, aprende de todo lo que hemos experimentado. Luego, comprométete a vivir una vida con propósito durante el próximo año. No vivas todo el año sin un propósito, solo reaccionando ante lo que sucede día a día. Toma un tiempo para descubrir en oración una palabra o frase para el 2021 como algo que dirigirá tu enfoque durante los próximos 12 meses. Mejor aún, comienza a preguntarle a Dios cuál debe ser tu enfoque durante este próximo año. Recuerda, Él tiene planes para ti. Encontrar tu propósito es empoderador. Un propósito da vida. Dios tiene un propósito y nos ha creado con un propósito. ¡Haz del 2021 un año lleno de propósito!
Jeremías 29:11 es un versículo favorito de muchas personas, que nos recuerda que las intenciones de Dios hacia nosotros son para bien.
«Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza» (Jeremías 29:11 NVI)
Descubriendo un propósito dado por Dios
Es importante abordar la vida con un propósito, pero para hacer de la vida todo lo que puede ser, no solo necesitamos tener un propósito, sino un propósito dado por Dios. Puede que tengamos algunas buenas ideas, pero las "ideas de Dios" siempre son mejores que las buenas ideas. La forma ideal de vivir una vida con propósito en el 2021 es teniendo una visión que cumplir para el año, y esa visión es mejor cuando te la da Dios. Una visión dada por Dios no solo te dará un propósito, sino que será algo con un significado eterno.
La visión es una imagen mental clara de algo que Dios desea para tu vida. La visión aclara el propósito, ayuda a establecer prioridades, motiva el compromiso, maximiza la productividad y alimenta la pasión. La visión es un deseo específico que Dios tiene para nuestro futuro. Nos da una dirección en la que dirigirnos. La visión surge de una necesidad que vemos a nuestro alrededor, algo tan fuerte que no podemos sacarlo de nuestra mente. Se mete en nuestro corazón y se convierte en una carga para nosotros. A medida que estamos agobiados por esta necesidad, comenzamos a permitir que Dios nos use para suplir esa necesidad. A medida que avanzamos hacia la acción, le pedimos a Dios dirección para ver Su visión de un futuro mejor ya manifiesto en cuanto a esa necesidad particular. A medida que Dios responde, proporciona nuestra misión, nuestro propósito y nuestro enfoque para el año.
Entonces, ¿qué necesidades están quebrando tu corazón? ¿Qué ves a tu alrededor que Dios quiere cambiar? Pídele a Dios que eleve el deseo más grande por encima de los demás y mira qué se convierte en una carga que llevas. Luego, pregúntale a Dios cuál será tu rol para ver esa necesidad satisfecha o cambiada. Cuando tengas tu misión, tendrás un propósito todos los días. Que el 2021 sea un año de significado eterno. Pide y se te dará.
Sea INTELIGENTE
Sabemos que si el nuevo año va a ser un gran año, será porque estamos viviendo con un propósito. Necesitamos vivir con una visión de Dios, enfocándonos en hacer las cosas de manera significativa.
Dios nos da la visión y lo que es necesario para lograr esa visión. Dios es la fuente que nos permite tener éxito viviendo con un propósito. Ahora, esto no significa que no hagamos planes.
Proverbios 16:9 dice claramente que es el Señor quien dirige nuestros pasos. Pero también dice que hacemos nuestros planes. Algunos pueden pensar que esto significa que tontamente hacemos planes aun cuando es el Señor quien dirige nuestros pasos. Sin embargo, parece más consistente con las Escrituras y el carácter de Dios pensar que Dios está complacido con nuestra planificación intencional y cuidadosa. Contamos con Dios para dirigir nuestros pasos, tanto a través de nuestra planificación como independientemente de ella, pero debemos hacer planes con oración.
Una buena manera de planificar un año con propósito es estableciendo metas que te permitan lograr la visión que Dios te da para el 2021. Estas deben ser metas conocidas como metas “SMART” (INTELIGENTES). Los objetivos SMART son:
Específicas: las metas generales son metas "difusas"; establezca metas lo más específicas posible.
Medibles: los objetivos deben ser medibles para que puedas monitorear tu progreso mientras trabajas en ellos.
Accionables: las metas están diseñadas para involucrar acción; hablan de algo por hacer.
Realistas: tus metas deben involucrar fe, pero deben estar en contacto con la realidad que te rodea.
Plazos específicos: cada objetivo debe tener una fecha límite; un momento en que debe completarse y evaluarse.
Uno de los problemas con nuestras resoluciones de Año Nuevo es que generalmente no son metas INTELIGENTES. “Bajar de peso, ponerse en forma, leer mi Biblia y orar más” son esfuerzos valiosos. Sin embargo, no son objetivos SMART porque no cumplen con el estándar. ¿Cuánto peso perderé y para qué fecha? ¿Con qué frecuencia leeré mi Biblia y durante cuánto tiempo? Ciertamente, nuestros objetivos deben ser esfuerzos valiosos, pero también deben ser específicos, medibles, accionables, realistas y enfocados en el tiempo para ayudarnos a vivir con propósito.
Una vez que recibas una visión de Dios de lo que Él quiere hacer a través de ti en 2021, ¡establece metas INTELIGENTES para ayudarte a lograr esa visión al vivir con un propósito!
Vive todos los días
Tener un año lleno de visión, propósito y metas hará que sea un año lleno de significado con una sensación de realización, pero solo si te comprometes a vivir esto todos los días. Muchas personas tendrán una visión e incluso establecerán buenas metas, pero nunca las cumplirán. Su entusiasmo por una vida con propósito durará un par de semanas, pero pronto se desvanecerá. Las palabras que Pablo les escribió a los creyentes en Éfeso son fundamentales para una vida con propósito.
Debemos prestar atención a cómo vivimos, día a día. Debemos decidir aprovechar al máximo nuestro tiempo. Así que, ¿cómo podemos arreglárnoslas para vivir todos los días, no al azar, sino a propósito?
Hay cuatro herramientas sencillas y prácticas que pueden ayudarnos a hacer esto. Individualmente, serán útiles, pero es probable que el éxito aumente drásticamente si las cuatro herramientas se practican juntas. Para vivir con un propósito, nos debemos enfocar en estas cuatro cosas todos los días.
Recuerda tu visión. La visión genera propósito, proporciona dirección y alimenta la pasión. Cuando tenemos una visión de lo que Dios quiere para nuestras vidas en el nuevo año, recordarnos diariamente esa visión nos ayudará a vivir ese día con mayor intencionalidad y con nuestra visión ante nosotros.
Revisa tus metas. Las metas nos ayudan a monitorear nuestro progreso, por lo que si revisamos nuestras metas diariamente, podemos asegurarnos de que estamos avanzando hacia nuestra visión y no desperdiciando nuestros días.
Haz una lista. Tómate el tiempo para determinar el enfoque del día. Decide qué es lo más importante para lograr ese día en particular. Algunos días pueden ser simplemente una llamada telefónica que debe realizarse para lograr el próximo objetivo que te acerca a tu visión. A veces, incluso, puede ser para descansar o relajarte y tener un tiempo de refrigerios en cuerpo, alma y espíritu. Cada día tiene valor y no debemos desperdiciarlo.
Lo más importante es comenzar cada día con una oración. Asegúrate de tomarte unos minutos para orar por tu visión, tus metas, tu lista y tu día. Recuerda cómo Jesús dijo que permanezcamos en Él, porque separados de Él, nada podemos hacer. De hecho, no podemos vivir este tipo de vida con propósito sin la ayuda del Espíritu de Dios. Por supuesto, deberíamos orar durante todo el día, pero no podemos hacerlo si no comenzamos el día con un tiempo de oración. Si quieres vivir una vida de visión y propósito, Dios te ayudará a hacerlo. El punto de partida es la oración.