Corrección y carismas en Corinto
Capítulo 1
Lección grabada: Nuevo Testamento 44
--Objetivo: Presentar y hacer una reseña de la primera carta de Pablo a los Corintios, y entender sus temas principales.
--Nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor
Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos
una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. (1 Corintios 1:7-10)
La primera carta que Pablo escribió a los corintios es típica de las cartas pastorales que escribió a las iglesias que fundó durante su ministerio. Como la mayoría de sus cartas inspiradas,
ésta fue escrita a una iglesia que conocía muy bien, para corregir problemas y para instruir y alentar a los creyentes en su fe.
Los primeros once capítulos abordan los problemas específicos que Pablo entendía que estaban latentes dentro de la iglesia, inhibiendo su crecimiento espiritual y el testimonio individual de
cada creyente y el de la iglesia en la ciudad de Corinto. Los últimos cuatro capítulos son la sección constructiva, y ofrecen soluciones a los problemas de la iglesia. Al examinar estos problemas
y las soluciones que Pablo sugirió, podemos obtener una perspectiva acerca de cómo abordar estos mismos problemas cuando surgen en nuestras iglesias actuales.
Acaso está Cristo dividido?
Capítulo 2
Lección grabada: Nuevo Testamento 45
Objetivo: Entender las instrucciones de Pablo a los corintios acerca de las divisiones en la iglesia y cómo podemos aprender verdades espirituales.
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una
misma mente y en un mismo parecer.
—1 Corintios 1:10
¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido
el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.
—1 Corintios 2:11-12
El primer problema que aborda Pablo en su carta a los corintios es el de las divisiones. Los creyentes estaban divididos en cuanto quién era el líder más importante de su iglesia. Su
evaluación de sus líderes estaba basada principalmente en quién los había guiado a Cristo o quién los había bautizado. Pero si Cristo vive en el corazón de todos los creyentes, entonces deben
concordar en los asuntos fundamentales relacionados con Cristo, y deben saber que Cristo no puede estar dividido en estos asuntos. El mensaje esencial de Pablo es que debemos seguir a Cristo y no
a líderes humanos.
Pablo enseña que sólo el Espíritu de Dios enseña cosas espirituales al hombre. No podemos aprender las verdades espirituales sólo a través de los ojos, los oídos o el corazón. Debemos aprender
las verdades espirituales a través del Espíritu Santo. Los que son espirituales han recibido el Espíritu de Dios, y este Espíritu nos da la capacidad de conocer y entender los pensamientos de
Dios.
El amor que confronta
Capítulo 3
Lección grabada: Nuevo Testamento 46
Objetivo: Entender las instrucciones de Pablo a los corintios acerca de los líderes espirituales, el juzgar a los demás y sobre cómo encarar el pecado en la iglesia.
No juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su
alabanza de Dios.
—1 Corintios 4:5
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad,
pues, a Dios en vuestro cuerpo.
—1 Corintios 6:19-20
Muchos de los corintios habían estado juzgando a Pablo favorablemente por encima de los demás líderes de su iglesia. Pero Pablo les dice que su juicio favorable significaba poco para él,
porque ni siquiera se consideraba calificado para juzgarse a sí mismo, y mucho menos aceptar el juicio que otros estaban haciendo acerca de él. Dado que el corazón de un hombre es frecuentemente
más profundo que su propio conocimiento, Pablo enseña que debemos dejar el juicio del corazón de los hombres a Dios.
La Biblia no enseña que nunca debemos juzgar a otra persona por ninguna razón. A veces es necesario hacer juicios acerca de las personas que persisten en su pecado. Es nuestra responsabilidad,
como miembros de la familia de Dios, confrontar a quienes se están dañando a sí mismos o a otros dentro del cuerpo de Cristo. Confrontar a un hermano o a una hermana en el Señor es difícil, pero
esencial. Nuestra estrategia para restaurarlos a la comunión con el Señor y el cuerpo de Cristo debe ser ayudarlos a entender cuán dañinas son sus acciones para sus propias vidas y sus
relaciones. Nuestro motivo para confrontarlos debe ser siempre el amor, y con la meta de la restauración.
I & II Corintios 47
47-4 y 2 Corintios.mp3
El manual del matrimonio
Capítulo 4
Lección grabada: Nuevo Testamento 47
Objetivo: Entender la enseñanza de Pablo sobre el matrimonio.
Cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.
—1 Corintios 7:7
Cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga.
—1 Corintios 7:17
El séptimo capítulo de 1 Corintios se ha denominado el “capítulo del matrimonio” de la Biblia. Trata varias preguntas que los miembros de la iglesia de Corinto plantearon a Pablo en una carta
que le escribieron con relación al matrimonio, la soltería, el divorcio, el nuevo matrimonio y las relaciones físicas dentro del matrimonio. Durante muchos siglos, cuando los miembros de las
iglesias han abordado a sus pastores con preguntas relacionadas con estas dimensiones del matrimonio, este capítulo ha sido el manual del matrimonio para el pastor. En él descubrimos el plan de
Dios para el matrimonio y muchas de las situaciones problemáticas que pueden surgir con relación al tema.
Este capítulo plantea varias preguntas muy difíciles. La más fundamental es: “¿Qué es un matrimonio a los ojos de Dios?”. La respuesta está en Mateo 19:6: “Lo que Dios juntó, no lo separe el
hombre”. Cuando dos creyentes están unidos en matrimonio, consagran sus vidas mutuamente, porque creen que Dios los ha unido. Esta creencia es la base que da estabilidad al matrimonio, no el
papel que dice que ambos están unidos legalmente. Dada la infinita variedad de compatibilidades y posibilidades de cónyuges en este mundo, la decisión de casarse debe basarse en la guía
divina.
A todos me he hecho de todo
Capítulo 5
Lección grabada: Nuevo Testamento 48
Objetivo: Entender las instrucciones de Pablo sobre temas difíciles en la iglesia,
y cómo aplicó los principios de libertad cristiana a esos temas.
Mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.
—1 Corintios 8:9
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se
lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo
se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible.
—1 Corintios 9:24-25
Pablo escribió los capítulos 8 a 11 para tratar varios temas que estaban enfrentando los
corintios. En cada caso, ya sea un tema fuera de la iglesia, como comer alimentos
sacrificados a los ídolos, o un tema dentro de la iglesia, como la forma de celebrar la
Cena del Señor, Pablo se centra en las relaciones entre hermanos y hermanas en Cristo, y
en cómo los más fuertes deben tener en cuenta a los más débiles en la fe.
En estos capítulos, aprendemos tres principios de la libertad cristiana. Primero,
aprendemos que, en todas las cosas, nuestra principal preocupación debe ser la gloria de
Dios. Segundo, que nuestras acciones deben estar basadas en lo que produce la salvación
de los demás. Y, tercero, que el provecho de los demás es más importante que nuestro
propio provecho. El tema no es lo que está bien o mal, o nuestro derecho de hacer o no
hacer algo. La cuestión es lo que glorifica a Dios, lo que conduce a la salvación de los
demás, y lo que es de provecho para los demás. Cuando reflexionamos sobre estos tres
principios, nos damos cuenta de que expresan un concepto que Pablo identificará más
adelante en esta carta como el amor.
La función de la unción
Capítulo 6
Lección grabada: Nuevo Testamento 49
Objetivo: Entender la enseñanza de Pablo sobre los dones espirituales y cómo el
cuerpo de Cristo debería funcionar en unidad.
No quiero, hermanos, que ignoréis […] hay diversidad de dones, pero el
Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el
mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas
en todos, es el mismo.
—1 Corintios 12:1, 4-6
Procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas; pero hágase todo decentemente
y con orden.
—1 Corintios 14:39-40
Luego de la larga sección correctiva de 1 Corintios, el capítulo 12 inicia la sección
constructiva de la carta de Pablo. En este capítulo, aprendemos dos principios opuestos
pero complementarios. Primero, aprendemos acerca de la diversidad de creyentes con
dones porque tienen diferentes grupos de dones. Si dos de nosotros somos exactamente
iguales, uno de los dos es innecesario. Todos los santos con dones son necesarios en una
iglesia local. Todos los miembros no tienen los mismos dones; algunos son maestros,
otros son profetas, y todavía otros tienen discernimiento. Algunos tienen dones
administrativos y algunos tienen el don de servicio. Una iglesia llena del Espíritu Santo
tendrá en su cuerpo un amplio espectro de personas bendecidas con diferentes dones
espirituales que están bajo el control del Espíritu Santo.
El capítulo 14 demuestra lo que ocurre cuando una iglesia eleva un don por encima de
otro; específicamente, el don de lenguas. En Corinto, los que hablaban en lenguas se
consideraban superiores a los que no lo hacían. Habían elevado ese don como evidencia
del nuevo nacimiento, antes que uno de muchos dones espirituales que el Espíritu Santo
puede otorgar a un creyente. Pero nuestros dones espirituales deben ser usados para la
edificación del cuerpo de Cristo, no para su división. Son dados para promover la unidad
y para fortalecer nuestros diversos dones y ministerios, dentro de la diversidad de dones y
ministerios.
La esencia de los carismas
Capítulo 7
Lección grabada: Nuevo Testamento 50 Objetivo: Entender la importancia del amor y por qué la resurrección es esencial para la vida cristiana. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene
envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. —1 Corintios 13:4-8 Porque primeramente os
he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció
a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez. 1 Corintios 15:3-6 Pablo ofrece muchas soluciones a los problemas que aborda en 1 Corintios, pero ofrece una
solución que puede ser aplicada a cada problema espiritual que puedan enfrentar los cristianos. Esa solución es el amor. Existen varias palabras griegas para referirse al amor. La que usa Pablo
es agape. Esta palabra es la que describe la forma en que Dios nos ama a nosotros y la forma en que debemos amar a los demás cuando llevamos el fruto del Espíritu Santo. Es difícil definir esta
clase de amor, pero podemos describir sus cualidades. Esto es lo que hace Pablo en el capítulo 13. El capítulo 15 es el capítulo de la resurrección de la Biblia. Si bien estos griegos corintios
eran creyentes, la herencia cultural de los filósofos griegos seguía afectando su forma de pensar, y dudaban de lo sobrenatural, especialmente de la resurrección de Cristo y la de todos los
creyentes. Pablo les recuerda a los corintios que la resurrección de Jesucristo es una parte vital del evangelio que él predicaba y que ellos habían creído. Este era el evangelio que los había
salvado y que era el fundamento de todo su sistema de fe.
La tarea del ministro
Capítulo 8
Lección grabada: Nuevo Testamento 51 Objetivo: Presentar la segunda carta de Pablo a los corintios y entender sus propósitos al escribirla. Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba
en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de
Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. — 2 Corintios 5:17-20 Muchos de los corintios recibieron la primera carta de Pablo con
aceptación y apoyo. Pero algunas personas en la iglesia habían comenzado a atacar el carácter de apóstol de Pablo, otros criticaban su destreza como orador y todavía otros pensaban que había
perdido cierta cordura. Muchos se sentían ofendidos porque no los había visitado personalmente. Pero estos críticos nunca cuestionaron los puntos que Pablo había señalado en su carta porque su
lógica era irrefutable. En cambio, lo atacaron a él mismo. Y cuando Pablo se enteró de estas cosas, escribió esta segunda carta a los corintios. En 2 Corintios, Pablo defiende su autoridad como
apóstol y la naturaleza de su ministerio. Explica cómo el sufrimiento por el evangelio, que él había experimentado mucho, puede capacitarnos para ser ministros del consuelo de Dios. Describe la
tarea de su ministerio como la vida de Jesús que obra dentro de nosotros para cambiarnos, como un testimonio de quién es Cristo. Y dice que toda su vida y motivación estaban centradas en Cristo,
quien le había dado, junto con todos los que creen en Jesús, un ministerio de reconciliación para llevar a las personas nuevamente a tener comunión con Dios.
La transparencia del ministro
Capítulo 9
Lección grabada: Nuevo Testamento 52 Objetivo: Entender los propósitos y la motivación del ministerio de Pablo, y entender nuestro papel como ministros. Tenemos este tesoro en vasos de barro,
para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados,
pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. —2 Corintios 4:7-10 La segunda carta de
Pablo a los corintios tiene que ver con el ministerio que Dios quiere que cada creyente cumpla. Dios nos ha llamado a todos a un ministerio de reconciliar a las personas con Él. Pero, a fin de
llevar a las personas a Dios, nuestras vidas deben caracterizarse por una transparencia sincera. Debe quedar en claro para todos que todo lo bueno que hay en nuestra vida se debe al Cristo que
nos ha salvado y vive en nosotros. Para que Jesús sea visto en nosotros, Dios frecuentemente nos permitirá experimentar muchas presiones y atravesar diferentes pruebas. Debido al Espíritu que
Dios ha puesto dentro de nosotros, podemos responder correctamente a esas presiones, tormentas y pruebas, y las personas verán que somos diferentes. Notarán que, a pesar de ser vasos de barro,
estamos llenos de un tesoro invalorable: Jesús mismo. Pablo describió nuestra relación con Cristo de tres formas: por Cristo, en Cristo y para Cristo. Jesús nos da todo lo que tenemos en la forma
de salvación y bendiciones espirituales; estamos unidos a Él como la fuente de todo lo que necesitamos; y estamos entregados a Él al vivir para Él y para sus propósitos.
La trascendencia del ministro
Capítulo 10
Lección grabada: Nuevo Testamento 53
Objetivo: Entender las experiencias de Pablo, y cómo Dios se revela a sus siervos y a través de ellos.
Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;
respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más
bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias;
porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
—2 Corintios 12:7-10
Es imposible entender la vida del apóstol Pablo aparte de sus experiencias. Además de sus experiencias antes de ser cristiano, se encontró con Jesús camino a Damasco, aprendió de Jesús en el
desierto de Arabia, y fue llevado al cielo y tuvo revelaciones imposibles de expresar en palabras. La experiencia de Pablo en el cielo dejó una marca permanente en su vida. De ahí en más, fue
como si siempre tuviera un pie en el cielo y uno en la tierra. Habló frecuentemente de su deseo de partir de la tierra para estar con Cristo, considerando la vida en la tierra como menos valiosa
que la gloria de estar con Cristo en el cielo. Esta experiencia afectó la visión de la vida que compartió con los demás.
Pablo les dice a los corintios que recibió “un aguijón” en su carne, un mensajero de Satanás para lastimarlo y molestarlo. Nadie sabe exactamente qué era este aguijón, pero está claro que Dios
lo usó para mantenerlo humilde y para usar la debilidad de Pablo para mostrar su fuerza. A Dios le gusta demostrar su suficiencia como muestra de nuestra insuficiencia. Dios usará nuestras
limitaciones para mostrarnos a nosotros y a los demás que nuestra vida en Él no es cuestión de quiénes o qué somos, sino una cuestión de quién y qué es Él. Servir a Dios nunca es cuestión de lo
que nosotros podemos hacer, sino de lo que Él puede hacer a través de NOSOTROS
La gracia de dar
Capítulo 11
Lección grabada: Nuevo Testamento 54
Objetivo: Entender la enseñanza de Pablo acerca de la mayordomía cristiana.
Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza,
ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis
para toda buena obra.
—2 Corintios 9:6-8
En 2 Corintios 8 y 9, Pablo escribe acerca de una ofrenda que estaba recolectando para los creyentes perseguidos en Jerusalén, y pide a los corintios que contribuyan. Comparte con ellos acerca
de las prácticas de dar de los filipenses, en cuya ciudad estaba viviendo al momento de escribir esta carta, porque eran excelentes ejemplos de generosidad y de una mayordomía fiel. Al describir
Pablo la mayordomía fiel de los filipenses, nos da una obra maestra sobre este tema.
Pablo no deseaba forzar o manipular a las personas para que participaran en una ofrenda, porque quería que dieran por voluntad propia. Es importante que nuestras ofrendas a Dios sean
voluntarias. Damos porque lo amamos, porque estamos agradecidos por lo que ha hecho por nosotros, y porque estamos llenos de gozo y queremos devolverle algo. Dios acepta nuestras ofrendas, no por
su tamaño —los filipenses ofrendaron generosamente, aun en su pobreza— sino según la actitud con la que damos. Pablo llama al dar una “gracia”, porque podemos dar por el poder y la bendición de
Dios sobre nuestras vidas. Y, en respuesta a nuestra generosidad, Dios puede proveer para nuestras necesidades y asegurarse de que tengamos todo lo que necesitamos.